Qué tener en cuenta a la hora de elegir una empresa de rehabilitación de fachadas
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28 abril, 2024En España, se estima que los edificios son responsables del consumo del 30% de la energía final. Por eso, desde el Gobierno, concretamente desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), saben que es una de las áreas con más potencial para el ahorro de la misma y para la implantación de energías renovables.
Más de la mitad del parque de viviendas en nuestro país tiene más de 40 años de antigüedad. Es decir, se construyeron en una época en la que la eficiencia energética no era una prioridad –por no decir una consideración siquiera– y por ello, se ha dotado de 404 millones de euros de los fondos europeos para llevar los edificios antiguos al siglo XXI a través del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE).
El presupuesto proviene de los fondos Next Generation EU que puso en marcha el Gobierno comunitario de Ursula von der Leyen para minimizar el impacto económico de la pandemia del Covid-19 y fomentar la transformación de los países miembros atendiendo a criterios como la transformación ecológica o la cohesión territorial.
Estos mecanismos se pusieron en marcha por el Gobierno español a partir de 2021 y ya se están articulando por parte de las comunidades autónomas. En Madrid, concretamente, el plazo para presentar solicitudes de rehabilitación a nivel de edificio concluye el 31 de diciembre de 2023 y cuenta con 94 millones de euros.
Las medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar la eficiencia energética de un edificio se pueden englobar en tres grandes categorías. La primera de ellas es el edificio en sí, a lo que el IDAE se refiere como la ‘envolvente térmica’. Esto se refiere a las superficies de un edificio que separa los espacios interiores del exterior.
En este aspecto, se puede actuar sobre el aislamiento térmico –en donde se pueden conseguir ahorros de hasta el 50% en el consumo de energía, manteniendo de manera más eficiente la temperatura de la vivienda–, sobre la estanqueidad –ahorros de entre el 30% y el 50%– y en ventilación –reduce las necesidades de demanda de calor–.
En segundo lugar, se puede mejorar la eficiencia energética de las instalaciones térmicas, como sustituir las fuentes de energía convencionales por soluciones como la solar, geotérmica o biomasa. En este aspecto también se pueden implementar soluciones novedosas y eficientes como las bombas de calor, la aerotermia o suelos radiantes.
Finalmente, el IDAE también contempla la mejora de instalaciones de iluminación, sustituyendo todas las fuentes por luces led, con consumos menores. El PREE contempla subvencionar hasta un 35% del coste elegible, excepto para la iluminación, en cuyo caso será el 15%.
En las ayudas de Madrid, el porcentaje subvencionado depende del ahorro energético que se consiga con la actuación. Si este está entre el 30% y 45%, la cuantía máxima de ayuda es de 6.300 euros por vivienda; pero si, en cambio, se alcanza un ahorro superior al 60%, el importe asciende a 18.800 euros por vivienda.
Para poder llevar a cabo la rehabilitación de un edificio, es necesario llevar a cabo una auditoría energética del mismo. Este informe analiza los consumos, la curva de carga y, en resumen, el coste energético de un edificio.
En segundo lugar, se estudian las actuaciones necesarias para mejorar la eficiencia de la vivienda en sus factores estructurales. Una vez hecho esto, se revisan los elementos como calderas, radiadores, aire acondicionado, fuentes de energía, electrodomésticos e iluminación.
Antes de empezar la obra, se solicita la ayuda y al aprobarse esta, se reservan los fondos por el porcentaje subvencionable que corresponda. Por eso, lo más adecuado es acudir a un agente rehabilitador con experiencia, para que disponga en un proyecto las actuaciones necesarias y se pueda tramitar todo con celeridad.